Circular 1868-2021 Transcribimos a ustedes un artículo escrito por Gerardo Juárez el 05 de julio de 2021 en el diario “El Economista” sobre el empleo informal y los impuestos, en una entrevista que le realizo al subsecretario de Educación Media Superior, Imprimir Correo electrónico
Lunes 05 de Julio de 2021 08:58

Circular 1868-2021

Transcribimos a ustedes un artículo escrito por Gerardo Juárez el 05 de julio de 2021 en el diario “El Economista” sobre el empleo informal y los impuestos, en una entrevista que le realizo al subsecretario de Educación Media Superior, Juan Pablo Arroyo Ortiz

“No hay que formalizar sólo con impuestos, hay que ofrecer mejores oportunidades"

El Subsecretario de Educación Media Superior adelanta que la dependencia afina los últimos detalles de un programa para que quienes no cuenten con bachillerato puedan completar una ruta de aprendizaje como tecnólogos.

 

 

“No hay que formalizarlos sólo cobrándoles impuestos, hay que formalizarlos dándoles competencias para que se incorporen a la vida productiva formal”, expresa el subsecretario de Educación Media Superior, Juan Pablo Arroyo Ortiz, al hablar sobre las oportunidades que pueden tener las personas, en especial jóvenes, que no logran llegar a la universidad o incluso al bachillerato y tienen dificultades para encontrar un empleo.

 

De acuerdo con la Secretaría de Educación Pública (SEP), del 100% de los alumnos que ingresa a bachillerato, sólo el 55% logra acceder a una carrera universitaria. “A parte están los que se quedan rezagados o abandonan los estudios, que son mucha población. A todo ese grupo hay que darle una alternativa para que no se sumen a la informalidad”, expone el funcionario federal en entrevista.

Juan Pablo Arroyo adelanta que la dependencia está trabajando en un proyecto para que en los Centros e Instituto de Capacitación para el Trabajo no sólo se ofrezcan cursos para oficios, sino formación con estándares de competencia, los cuales integrarán rutas de aprendizaje que, al completarse, le permitirán a las personas alcanzar un certificado de tecnólogo, una categoría entre una carrera técnica y una licenciatura.

El sistema que operará en todo el país beneficiará a quienes han tenido un rezago en su formación, con habilidades de alta demanda en el mercado y la posibilidad de certificar sus estudios con un grado académico. “Podrás ingresar sin tener el bachillerato. También ofreceremos la actualización de niveles de estudio, a través de un sistema flexible y sin requisito de entrada, más que la voluntad de aprender”, explica.

El objetivo de certificar a más tecnólogos en el país es formar a las personas con las competencias más demandadas por las industrias y que esto les permita incorporarse al mercado de trabajo, o bien, acceder a mejores oportunidades si ya están en la vida productiva.

“La carrera de tecnólogo se ofrecerá en los cerca de 700 centros de capacitación para el trabajo en el país. Queremos integrar a los aprendices de Jóvenes Construyendo el Futuro y a la población migrante que ha retornado al país”, comenta Arroyo Ortiz.

¿Cómo funcionará? Por ejemplo, si una persona se capacita en un estándar de informática, después elige uno en manejo de redes, posteriormente cursa uno en manejo de datos y otro en macrodatos, completa la ruta de competencia digital y obtiene su certificado como tecnólogo en la materia.

"Con esas habilidades, esa persona puede ingresar a la universidad en una carrera de ingeniería, si cuenta con el bachillerato. La idea es darles a los jóvenes las herramientas para mejorar sus condiciones en el mercado de trabajo”.

Lo innovación tecnológica, la internacionalización de la producción y la automatización han hecho que el mercado no sólo demande obreros y técnicos en procesos de producción, también se requieren técnicos con un perfil intermedio. “Esto es porque el proceso productivo se ha desarrollado de una manera diferente, tenemos que ser reactivos a esa demanda del mercado laboral”, señala.

Sumar a la IP, gran reto

Juan Pablo Arroyo afirma que uno de los retos para el avance del proyecto es el apoyo de la iniciativa privada. “Le hemos planteado a los empresarios que el técnico tiene que tener prestigio social, reconocimiento en la comunidad y mejor salario”.

Subraya que si no se mejoran las condiciones de las personas con estudios técnicos, las empresas pierden la oportunidad de tener perfiles especializados.

“Cuando llegamos aquí, encontramos esa deficiencia. Las y los jóvenes quedaban en el limbo, muchos intentaban ingresar varias veces a la universidad hasta que se les pasaba la edad, se aburrían o no tenían la capacidad económica para hacerlo y se quedaban en la informalidad”.

Sin embargo, el plan a largo plazo es que las personas se actualicen constantemente y que los centros de capacitación cuenten con las rutas de aprendizaje para ello. “La idea es que captemos la necesidad en la industria, busquemos quién puede ofrecer la capacitación o definamos cómo desarrollar esa competencia, formemos a la persona y ofrezcamos ese recurso humano al mercado”.

El también catedrático de la UNAM resalta que el reto es abrir opciones de actualización para toda la población que hoy está en la informalidad. “Una de las razones por las cuales están en ese sector es porque no tienen las competencias que demanda el mercado”.

Pero el desafío no sólo se encuentra en ofrecer mejores oportunidades de formación para la población con un rezago escolar, también es alinear la capacitación a las necesidades que tiene la industria de cada zona del país.

“Tenemos un estudio de seguimiento de empleabilidad que nos indica que muchos de los egresados de Conalep (Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica) en el sureste hoy trabajan en el norte porque no había quién les diera empleo en el sureste, salvo algunos casos en Yucatán”, puntualiza.

El Tren Maya y la formación de perfiles para su construcción y operación es un ejemplo de cómo la formación técnica puede ir a la par del desarrollo de una región, concluye.

“Unámonos más que nunca en un Gran Acuerdo Por México”