Circular 1991-2021 Publicamos un articulo escrito por la Doctora en Derecho Carla Roel de Hoffmann dedicada desde hace muchos años a la academia y dedicado a todos los que hemos sufrido la pandemia del Covid-19. ¡Aplausos de pie! Print E-mail
Friday, 01 October 2021 08:39
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Circular 1991-2021

Publicamos un articulo escrito por la Doctora en Derecho Carla Roel de Hoffmann dedicada desde hace muchos años a la academia y dedicado a todos los que hemos sufrido la pandemia del Covid-19.

¡Aplausos de pie!

 

Llevamos más de 18 meses de pandemia de Covid 19. Hemos tratado de adaptar nuestra forma de vivir, convivir, socializar, trabajar, producir, enseñar y aprender a la nueva realidad que este virus altamente contagioso y mortal ha forzado crear.

 

Pienso que cada uno de nosotros recuerda el momento en que escuchamos el primer anuncio del cierre de todas las actividades no esenciales la segunda quincena de marzo del 2020. Yo venía regresando de un torneo deportivo con mi hija mayor, a hacer cuarentena porque estuvimos expuestas a un posible contagio. De inicio, nos íbamos a guardar 14 días. ¡Nunca imaginamos que tantos meses después seguiríamos haciendo frente a la emergencia sanitaria!

 

Hemos aprendido juntos como hacerle frente a este virus: de la necedad de no usar cubrebocas (algunos siguen montados en su burro), a hacerlo obligatorio y estudiar cuáles previenen mejor el contagio, a desinfectar sin control superficies y las suelas del calzado, a poder regresar a muchas de las actividades que realizábamos en el mundo prepandémico. Espero que por lo menos hayamos adquirido el hábito de una buena higiene de manos. No puedo negar la actitud heroica de los servicios sanitarios que han cuidado de los enfermos y de sus familias. Con pocos datos científicos, dejaron todo atrás y se dedicaron a atender a los millones de contagiados, buscaron la forma de acercar a los familiares a los moribundos aislados para que pudieran decir adiós, consolaron a los deudos y no han dejado de dejar la vida en la raya (literalmente, México es el país con más muertes del personal médico en el mundo) por los demás.

 

También se ha reconocido el trabajo que los profesores hemos realizado a lo largo de estos meses de encierro. La verdad es que hemos abierto nuestra intimidad y la de nuestras familias a nuestros alumnos. Hemos usado recursos propios para seguir trabajando por el bien de la comunidad educativa y seguimos trabajando. Hemos rediseñado nuestro entorno privado para que los alumnos sigan aprendiendo y no se distraigan con lo que nos rodea. Hemos aprendido a usar plataformas digitales para lograr comunicar el conocimiento que se espera que nuestros alumnos adquieran. Y todo esto, buscando la manera de seguir cerca, empáticos, ofreciendo la educación personalizada que caracteriza a mi Alma Mater.  En lo personal, nunca he recibido tanta capacitación para adecuarme a la nueva realidad educativa y tanto apoyo – profesional y personal - de la comunidad educativa a la que pertenezco. ¡Gracias Universidad Panamericana!

 

Pero no hemos reconocido el heroísmo de los millones de alumnos, de todos los niveles educativos, que han afrontado la nueva realidad, dándonos lecciones invaluables. Salieron de sus salones de clases el viernes, esperando ver a sus compañeros el martes siguiente y no regresaron. Dejaron sus útiles y sus libros. No volvieron a convivir con sus amigos y profesores. Pasaron de jugar en el recreo, a sentarse frente una pantalla y a suplir las ausencias con videoconferencias y horas inmersos en un mundo digital. Tuvieron que adaptarse a una nueva rutina educativa de un día para otro y además se esperó de ellos que rindieran los resultados de aprendizaje esperados.

 

Algún día podremos medir los efectos que sufrió la generación de alumnos Covid por las decisiones que tomamos frente a la pandemia y podremos llegar a las conclusiones que esos datos duros nos arrojen. Lo que sé es que nos han dado un gran ejemplo de resiliencia, de adaptabilidad, de obediencia (si, lo digo en serio), de paciencia, de empatía, de alegría en medio de la incertidumbre y del dolor. Por estas razones y muchas otras, pido un aplauso de pie a los alumnos que han seguido adelante a pesar de lo que hemos vivido juntos. ¡Muchas gracias por su ejemplo!

 

“Unámonos más que nunca en un Gran Acuerdo Por México”