Su aliado estrategico

Circular 2613-Ter-2024

Transcribimos a ustedes un artículo muy interesante escrito por la Doctora Carla Roel.

Una vida

Ante tanta violencia y tanto dolor, no puedo más que pensar en esas personas, que en silencio y arriesgándolo todo, están haciendo lo imposible para salvar vidas de cientos en esos lugares arrasados por la guerra y el odio...

Aprovechando el puente y luego de aprobar uno de los múltiples exámenes de la Maestría, mi esposo y yo fuimos a ver la película Lazos de vida, protagonizada por Anthony Hopkins.

Sin echarles a perder la película, está basada en una historia verdadera: “Nicholas Winton, un casabolsero inglés, que en 1939, se da a la tarea de sacar a cientos de niños, la mayoría judíos, de Checoslovaquia, antes de que los nazis ocupen el territorio y cierren la frontera.” Esta es la reseña encontrarán en las redes.

Son muchas las películas que nos han mostrado la vida de verdaderos héroes que, durante la Segunda Guerra Mundial, hicieron lo imposible para salvar vidas en situaciones extremas.

Gracias a la imagen, somos testigos de las atrocidades que cometió el gobierno nazi en contra de cientos de miles de personas y de sus métodos de exterminio masivo.

Las personas que no vivieron en Europa durante la Segunda Guerra Mundial no supieron lo que pasaba, hasta que los aliados liberaron los campos de concentración y se dieron a la tarea de documentar lo que encontraron. Los propios nazis fueron muy meticulosos en dejar registro de cada una de sus atrocidades.

En la era de la inmediatez, la nuestra, no podemos hacernos de la vista gorda. Lo malo es la subjetividad de la posverdad, el rechazo a la verdad objetiva, aunque tengamos evidencia de lo que está pasando.

Podemos discutir si las imágenes que se nos presentan son creadas por la inteligencia artificial o son evidencias de lo que realmente está sucediendo.

No voy a hacer un recuento de todas las guerras que hemos vivido en el primer quinto del siglo XXI, ni de todos los genocidios que sabemos que han ocurrido en las últimas decenas.

Pero a finales de febrero, inició el tercer año de la invasión rusa a Ucrania. Como comunidad internacional no podemos más que horrorizarnos de lo que los ciudadanos ucranianos comparten con nosotros, sus testigos, en tiempo real.

El 7 de octubre del año pasado, los terroristas de Hamas grabaron los actos de lesa humanidad que cometieron contra los judíos en su propio territorio. Nos compartieron, con una sonrisa, la brutalidad que cometieron en contra de hombres, mujeres y niños.

Ante tanta violencia y tanto dolor, no puedo más que pensar en esas personas, que en silencio y arriesgándolo todo, están haciendo lo imposible para salvar vidas de cientos en esos lugares arrasados por la guerra y el odio.

Son esos, los que no han perdido la capacidad de asombro que los lleva a reconocer en el otro, en el que sufre, uno como ellos, que es digno de ser amado, de ser salvado, de seguir con vida, una vida mejor de la que sufre por los horrores infringidos por otros.

Decía Mr. Rogers que, en la tragedia, hay que ver a los que ayudan.

En estos momentos, muchos de los que ayudan no pueden dar la cara, pero están ahí. Estoy cierta de eso, y por ello, tengo esperanza en la humanidad.

Si quieres contribuir con un granito de arena para liberar de tanto dolor a muchos que sufren hoy, te invito a donar a World Central Kitchen, la organización no lucrativa del Chef español, José Andrés, que alimenta a los que se encuentran en situaciones extremas por la guerra y los desastres naturales, en https://wck.org.

“Unámonos más que nunca en un Gran Acuerdo Por México”