Circular 621- 2019 En la presente transcribimos el reporte de Integralia, publicado el 19 de marzo 2019, en el periódico El Economista, que trata sobre los riesgos para la gobernanza en el país en virtud de la actividad sindical, huelgas y conflictos col Print E-mail
Sunday, 24 March 2019 09:47
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Circular 621- 2019

En la presente transcribimos el reporte de Integralia, publicado el 19 de marzo 2019, en el periódico El Economista, que trata sobre los riesgos para la gobernanza en el país en virtud de la actividad sindical, huelgas y conflictos colectivos y que coincide en lo que hemos expuesto en anteriores circulares.

 

REPORTE DE INTEGRALIA

Conflictos laborales y activismo sindical, riesgos para la gobernanza del país

Las presiones de la actividad sindical, las huelgas y conflictos laborales en el arranque del 2019 ponen en riesgo la gestión gubernamental, destaca Integralia.

 

Felipe Morales Fredes

19 de marzo de 2019, 20:16

 

 

El incremento en el activismo sindical y el deterioro de las relaciones obrero-patronales observados en los últimos meses representan un riesgo para la gobernanza del país, advierte la consultoría Integralia.

En su más reciente reporte Riesgo político México, la firma identifica al menos siete temas que podrían impactar la eficiencia en la toma de decisiones y provisión de servicios públicos del gobierno. Los conflictos laborales registrados en las últimas semanas en el país forman parte de la lista de amenazas a la gestión gubernamental.

“Se ubicó un potencial creciente de mayor activismo sindical debido a una postura gubernamental menos intervencionista en negociaciones colectivas, así como por creación de nuevas centrales obreras y próximos cambios a la legislación laboral”, se detalla en el documento.

De acuerdo con datos oficiales de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), en el primer bimestre del año se registraron 814 emplazamientos a huelga y la existencia de cuatro huelgas vigentes en las que se tiene involucrados a 13,080 trabajadores. Sin embargo, si se consideran los paros no reconocidos por las autoridades, el número se eleva a 15.

Entre los otros riesgos a la gobernanza están la falta de planeación de las políticas públicas del nuevo gobierno y la desprofesionalización de la administración pública federal; una agenda legislativa dispar, sujeta a vaivenes; la prevalencia de altos niveles de corrupción y de inseguridad, y la conflictividad social.

“El nuevo gobierno se guía por un nuevo paradigma en que la eficiencia y calidad pasan a segundo término frente a criterios como inclusión social o afinidad ideológica. En este sentido, ha habido un ímpetu por implementar la agenda del gobierno de manera acelerada a la par de una desprofesionalización de la administración pública”, expresa la firma.

 

Cambio de estrategia

Y si bien los problemas laborales por la revisión de contratos colectivos son comunes en el primer trimestre de cada año, detalla Luis Pineda, consultor del área de Gobierno de Integralia, la nueva postura de no intervención en estos conflictos anunciada por la titular de la STPS, Luisa María Alcalde, permite prever que habrá más huelgas en el país.

El especialista explicó que actualmente los conflictos laborales están identificados como uno de los riesgos a la gobernanza a nivel regional, principalmente en el norte del país tras las huelgas y paros registrados en Matamoros, Tamaulipas, después del incremento del salario mínimo en la zona. Sin embargo, este fenómeno puede trasladarse a otras regiones.

“Esto ya tiene una incidencia directa porque es la región industrializada del resto del a República, uno de los actores que ha sostenido durante mucho tiempo la economía”, comentó en entrevista.

Sobre el activismo sindical, el especialista expone que en los próximos meses se verá un cambio en la estructura y poder de los sindicatos, ya que las agrupaciones tradicionales no son cercanas al nuevo gobierno federal, lo que aunado a la creación de nuevas centrales obreras implicará un nuevo balance de fuerzas.

“Los sindicatos fuertes y grandes pueden empezar a experimentar fugas de sus agremiados por considerar que sus líderes ya no los van a representar; ya no hay cercanía con el gobierno federal como se tuvo en el pasado. Esto puede derivar en nuevas agrupaciones, por un lado, o que las fugas se vayan a integrar a nuevas centrales obreras que sí son cercanas al gobierno federal”, puntualizó.