Circular 786-2019 Copiamos a ustedes un articulo escrito por Blanca Juárez y Gerardo Hernández, publicado el 23 de septiembre de 2019 en el diario “El Economista”, que es de actualidad. Reforma laboral, prueba de ácido para los líderes sindicales: Teres Imprimir Correo electrónico
Lunes 23 de Septiembre de 2019 08:01

Circular 786-2019

Copiamos a ustedes un articulo escrito por Blanca Juárez y Gerardo Hernández, publicadoel 23 de septiembre de 2019 en el diario “El Economista”, que es de actualidad.

 

Reforma laboral, prueba de ácido para los líderes sindicales: Tereso Medina

Al final de un modelo laboral de un siglo, el cetemista advierte que sobrevivirán los líderes que estén cerca de los trabajadores y transparenten sus cuentas.

Unos 15 minutos de fila después, el dirigente sindical puede dar la entrevista. Tereso Medina por fin terminó de retratarse con personas que ni conoce. “Un líder se debe a la gente”, dice a modo de disculpa. Más adelante refrendará: “el viejo modelo se agotó”, aquél que no esté cercano a los trabajadores puede despedirse de su carrera gremial.

Tereso Medina lidera la Confederación de Trabajadores de México (CTM) en Coahuila, que a nivel nacional es dirigida por el senador Carlos Aceves del Olmo. Ambos militan en el PRI. Sin embargo, dentro de la CTM “represento el modelo laboral denominado ‘sindicalismo responsable para México’”, precisa.

Es entrevistado luego de participar en un panel sobre la reforma laboral. Algo que revelará en la charla es que en su sección sindical esperan el momento exacto para ampararse contra las modificaciones a la Ley Federal del Trabajo, hasta ahora no lo han hecho.

Pero lo que destaca es el reto que significa la reforma para los líderes sindicales. “Estamos en un momento estelar, de cambio de paradigmas. Vamos a entrar a una prueba de ácido”. El examen final será la validación de los contratos colectivos de trabajo (CCT). Si los agremiados los avalan, en realidad estarán respaldando a su dirigente, apunta.

Muchos trabajadores no quieren contratos que nunca negociaron y que fueron hechos por “líderes que jamás estuvieron con ellos”. En los próximos años se comprobará “si es cierto que en nuestro país 90% de los CCT son de protección y el 10% son los activos”.

Aquel contrato que no aprueben los sindicalizados, terminará. “Por eso debe surgir un sindicalismo responsable”. Tereso Medina ve un riesgo en el procedimiento de aprobación de ese documento. También en el hecho de que “los trabajadores no saben” que pasarán cuatro años para implementar la reforma laboral.

“Espero que no paguemos un precio caro”. Inestabilidad laboral, freno en la inversión y en la generación de empleos podría ser el costo, según el exsenador.

Su estrategia para ampararse

En este momento, observa, el país está en una etapa de madurez. Fluir en la nueva reforma laboral es “un tema de cultura, no de capacitación”. Pero tampoco todo se trata de cultura, sopesa, pues varias centrales obreras se oponen al procedimiento para validar los CCT, dice.

Ese diseño “convierte a las empresas en órganos electoreros cada dos años”. En lugar de ocuparse en el crecimiento económico del país, la creación de empleos y la competitividad, “nos vamos a dedicar a la democracia”, agrega.

Primero, enumera, hay que elegir un comité de revisión mediante el voto libre, personal y secreto. Después, en la comisión se llegan a acuerdos “y se arma el pliego petitorio”. Luego, sus integrantes negocian con la empresa. Lo que pacten deben ponerlo a consideración del resto de los sindicalizados.

“Bienvenida la negociación colectiva, la democracia. Pero tenemos que regular esos apartados exagerados”, afirma. Para Tereso Medina el procedimiento es así porque “no es una ley que hicimos los mexicanos. Fue impuesta por Estados Unidos” para aceptar el T-MEC.

La CTM está contra la “clara violación al convenio 87 de la OIT”. Ese documento señala que son los sindicatos los encargados de crear sus procesos democráticos. Y lo que está haciendo el gobierno es “injerencia”, sostiene.

A diferencia de sindicatos afiliados a la CTM en Tamaulipas, San Luis Potosí y Jalisco, los de Coahuila no solicitaron un amparo judicial contra la reforma. No aún. “Estamos esperando que dañe la vida democrática y entonces sí metemos los amparos. Se tiene que configurar perfectamente el daño, basado en el convenio 87”, confiesa.

Por el momento el coahuilense ve un nuevo activismo sindical con más de 600 organizaciones que solicitaron su registro desde enero a la fecha. Pero “me queda la duda de cómo armaron un sindicato. Porque ahora se requiere realmente que los trabajadores decidan estar o no”.

La reforma laboral pone al trabajador en el centro de toda la vida sindical, subraya. “Sindicato que no transparente sus cuentas, está muerto”. Al tener la opción de pagar o no la cuota, “se deberá demostrar para qué se usará”.

A 100 años de mantener un modelo laboral, éste es un gran cambio. Él, admite, todavía está estudiando “la mejor forma de cumplir con la ley”.