Circular 21­­80-Bis-2022 Transcribimos a ustedes un artículo muy interesante sobre la guerra Rusia Ucrania, escrito por la Doctora Carla Roel. Print
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Tuesday, 05 April 2022 10:37
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Circular 21­­80-Bis-2022

Transcribimos a ustedes un artículo muy interesante sobre la guerra Rusia Ucrania, escrito por la Doctora Carla Roel.

Una virtud indispensable hoy.

 

El viernes pasado acompañé a mi sobrino Diego a visitar el Museo de Memoria y Tolerancia de la Ciudad de México. Recorrimos la exhibición de los genocidios en el siglo XX y los horrores del Holocausto. Nos dimos el tiempo de ver los videos que se muestran con imágenes reales de las guerras y de los testimonios de los sobrevivientes que, de manera muy puntual, nos hacen entender los horrores que vivieron en carne propia.

 

Empieza la semana seis de la invasión rusa a Ucrania. Las imágenes que comparten con nosotros las víctimas de la guerra y los medios de comunicación son atroces. Siguen bombardeando zonas urbanas en donde se sabe que hay civiles. El ataque a los refugios y a los hospitales no ha dejado de ser una realidad.

 

Más de cuatro millones de ciudadanos de Ucrania han abandonado todo para salvar la vida, en su mayoría, mujeres y niños. Una vez más, quiero reconocer a los pueblos vecinos que se han esmerado en recibir a esas personas de la mejor manera posible.

 

Hoy vemos en la ciudad de Bucha, cadáveres de civiles ejecutados en las calles. CNN reporta la existencia de una tumba masiva con más de trescientos cadáveres de civiles, tras ser recuperada por los ucranianos después la retirada rusa.

 

Como especie, no hemos aprendido nada. Mientras recorría el Museo, las atrocidades de los soldados nazis se repiten, ahora, en manos de los rusos. Hicieron lo mismo en la última década del siglo en aquellos territorios que abandonaron la Unión Soviética y que decidieron separarse de Rusia. Una vez más constatamos las palabras de Erich Hartman: “la guerra es un lugar donde jóvenes que no se conocen y no se odian se matan entre sí, por la decisión de viejos que se conocen y se odian, pero no se matan.” Aunque, en esta ocasión, el odio está en un autócrata que ha perdido contacto con la realidad y que odia a un líder joven, que ha sido capaz de ser un ejemplo de valor y bravura para el mundo entero y unir, alrededor suyo, al mundo occidental.

 

Pero, otra vez más, no me voy a dejar al pesimismo. Quiero traer a la memoria tuya, mi querido lector, las imágenes de recibimiento fraterno de los pueblos vecinos a Ucrania. El trabajo incansable que realizan todos los días los cocineros liderados por el Chef José Andrés y que brindan comida caliente y nutritiva a cientos de miles de refugiados.

 

Henri Nouwen, en su libro La compasión en la vida cotidiana, nos recuerda que la compasión en una virtud que se aprende, que se trabaja todos los días y que, no es una característica humana, como nos gustaría pensar.

 

Independientemente de lo que pensemos del Presidente Joe Biden como político, hemos de reconocer que es un hombre verdaderamente compasivo. La muerte de su esposa y su hija en los años 70’s y la muerte de Beau, en 2015, han marcado profundamente como se permite experimentar el dolor ajeno y su postura ante quien se duele. A lo mejor, es por que ambos pertenecemos a la subcultura de padres dolientes, por lo que siento que somos parte de la misma comunidad en el dolor.

 

Quiero terminar mi comentario recordando la interacción que tuvo con los refugiados ucranianos en Polonia. Cuando la cabeza del Ejecutivo de mi país se esconde tras murallas metálicas y sus escoltas cuando trata al “pueblo bueno”, agradezco que el hombre más poderoso de Occidente, se dé el tiempo de escuchar, abrazar y consolar a aquellas personas, que no siendo ciudadanos de su país, le comparten la gran tragedia por la que están viviendo y el dolor de lo que todavía les falta por experimentar.

 

Si, la violencia en el mundo está fuera de control. Pero hoy te invito a buscar lo bello en el horror, lo bueno en lo más malo de la realidad que nos rodea.

 

P.D.- Cuando en el Museo se habla del discurso de odio, el ejemplo que ponen es el del expresidente Trump. Ahí te la dejo.

“Unámonos más que nunca en un Gran Acuerdo Por México”